INTRODUCCIÓN
En la era digital contemporánea, la inteligencia artificial (IA) ha emergido como un catalizador clave en los procesos de innovación, transformación empresarial y rediseño de competencias en diversos sectores productivos, incluyendo la educación, el comercio, la manufactura y la salud (Alateeg & Al-Ayed, 2024; Alhammadi, 2025; Isea, Gómez, Comas, 2023; Peñalver & Isea, 2024; Nakara et al., 2025). A escala global, múltiples estudios han documentado cómo la IA ha impulsado nuevos modelos de emprendimiento, desde la ciberseguridad hasta el ciber emprendimiento, favoreciendo el surgimiento de iniciativas lideradas por mujeres, estudiantes universitarios y grupos étnicos tradicionalmente marginados (Al-Ramahi et al., 2024; Sahoo & Teena, 2024).
Paralelamente, las investigaciones recientes han comenzado a enfocarse en la dimensión psicosocial del emprendimiento digital, destacando el papel de variables individuales como la intención emprendedora, la aceptación de tecnologías emergentes y la capacidad de aprendizaje generativo (Li, Dirk,Jane &Wenting, 2024; Atthaphon & Asadang, 2025). Esta perspectiva demanda una mirada más integradora que vincule el desarrollo tecnológico con los rasgos de la personalidad, en particular aquellos asociados a la adaptabilidad, la autoeficacia y el pensamiento innovador, claves para enfrentar contextos inciertos mediados por la IA (Isea et al., 2023; Li, 2024; Lafuente et al., 2025; Alkaabi & Senghore, 2024; Nakara et al., 2025).
En este marco, resulta pertinente explorar con mayor profundidad la relación entre la personalidad emprendedora y la adaptabilidad tecnológica con la IA, en tanto dimensiones fundamentales para comprender cómo los individuos interactúan con sistemas inteligentes, los integran en sus dinámicas productivas y transforman sus prácticas a partir de dichas interacciones (Atthaphon & Asadang, 2025). A nivel latinoamericano, estudios como el de Solórzano et al. (2024), han comenzado a visibilizar cómo el uso de algoritmos, plataformas digitales y chatbots influye en la formación de nuevas actitudes y disposiciones hacia el emprendimiento, particularmente entre los jóvenes y estudiantes de comercio exterior.
Asimismo, investigaciones desarrolladas en contextos educativos, como las de Lesinskis, Mavlutova, Spilbergs & Hermanis (2023) y Vebibina et al. (2025), demuestran que la inteligencia artificial ha impactado los procesos de enseñanza y evaluación, promoviendo el desarrollo de habilidades de orden superior (HOTS) cuando se vincula con rasgos individuales como la creatividad, la resiliencia y la orientación al logro (Rodríguez, Calderón, Hurtado & Ocaña, 2023). Por tanto, este artículo se propone revisar sistemáticamente la literatura reciente para comprender cómo se articula la personalidad emprendedora con la adaptabilidad tecnológica en el contexto de la inteligencia artificial, con el fin de ofrecer una base conceptual que oriente futuras investigaciones e intervenciones educativas o empresariales (Peñalver & Isea, 2024; Atthaphon & Asadang, 2025).
En el escenario actual del emprendimiento global, se observa una creciente dificultad para consolidar proyectos innovadores sostenibles en contextos de alta incertidumbre tecnológica (Isea et al., 2023; Chirinos, 2021; Nakara et al., 2025). Uno de los síntomas más evidentes de esta problemática es la baja tasa de adopción efectiva de inteligencia artificial por parte de emprendedores emergentes, especialmente en regiones con escaso acceso a infraestructura digital o formación especializada. Asimismo, se evidencia un desajuste entre las competencias técnicas requeridas por los entornos automatizados y las disposiciones personales de los emprendedores, lo que se traduce en una resistencia al cambio, miedo a la obsolescencia y baja autoconfianza frente al uso de sistemas inteligentes. Esta realidad se manifiesta en la fragmentación de procesos formativos, en iniciativas digitales poco sostenibles y en la limitada integración de tecnologías como el aprendizaje automático, el procesamiento del lenguaje natural o los asistentes virtuales en las prácticas cotidianas de emprendimiento (Alhammadi, 2025; Li et al., 2024).
Las causas estructurales de esta situación se encuentran tanto en factores contextuales como en variables psicosociales. Entre los primeros, destacan la desigualdad en el acceso a tecnologías emergentes, las limitaciones del sistema educativo para integrar herramientas de inteligencia artificial en la formación emprendedora y la escasa articulación entre políticas públicas de innovación y programas de capacitación individual (Isea et al., 2023; Alkaabi & Senghore, 2024; Nakara et al., 2025). Por otro lado, las causas individuales están relacionadas con la falta de adaptabilidad tecnológica, entendida como la capacidad de aprender, desaprender y reaprender en entornos digitales cambiantes, y con una personalidad emprendedora poco fortalecida en dimensiones como la creatividad, la perseverancia o la tolerancia al riesgo. Esta combinación de factores ha generado consecuencias significativas, como la precarización de emprendimientos digitales, la dependencia de tecnologías externas sin un uso estratégico y, en términos amplios, una desaceleración en la construcción de ecosistemas innovadores sostenibles, especialmente en países en vías de desarrollo (Isea et al., 2023; Nakara et al., 2025).
Frente a este panorama, el control de esta problemática requiere no solo políticas públicas que garanticen infraestructura tecnológica y formación técnica, sino también el fortalecimiento de programas orientados al desarrollo de competencias socioemocionales vinculadas a la personalidad emprendedora. Estrategias como la formación en pensamiento crítico, la gamificación de procesos de adaptación digital y el uso de plataformas interactivas como ChatGPT para diseñar cuestionarios basados en habilidades cognitivas de orden superior (HOTS), han mostrado un efecto positivo en la disposición de los emprendedores para integrar la IA en sus procesos de innovación (Isea et al., 2023; Bermeo & Naranjo, 2025; Vebibina et al., 2025; Lesinskis, 2023; Nakara et al., 2025).
El pronóstico, sin embargo, depende en gran medida del grado en el cual las instituciones educativas y los agentes de desarrollo económico logren sincronizar esfuerzos, superando el enfoque meramente técnico de la transformación digital e incorporando una visión holística que contemple las dimensiones actitudinales, emocionales y cognitivas de los emprendedores (Lesinskis, 2023).
En este contexto, cobra relevancia una interrogante que articula los componentes clave de esta revisión: ¿cómo se relacionan los rasgos de la personalidad emprendedora con la adaptabilidad tecnológica en contextos mediados por la inteligencia artificial? y ¿de qué manera esta relación condiciona la sostenibilidad y eficacia de los emprendimientos emergentes? Esta pregunta no solo busca revelar los vínculos entre lo psicológico y lo tecnológico, sino también ofrecer insumos conceptuales y metodológicos para el diseño de entornos formativos que potencien la integración ética, crítica y estratégica de la inteligencia artificial en el quehacer emprendedor (Isea, Infante, Romero & Comas, 2024; Rodríguez et al., 2023).
Dado que la literatura reciente sugiere que la inteligencia artificial no actúa de manera aislada, sino en estrecha interdependencia con las disposiciones personales de quienes la adoptan (Li et al., 2024; Nweke et al., 2025), resulta indispensable profundizar, tal como se expuso anteriormente, en la influencia de los rasgos de la personalidad emprendedora sobre los niveles de adaptabilidad tecnológica en entornos mediados por la IA. Esta relación condiciona el tipo de competencias a ser fortalecidas para lograr una inserción tecnológica efectiva, ofreciendo claves para diseñar estrategias formativas que alineen el desarrollo personal con las exigencias del ecosistema digital contemporáneo. En ese sentido, la interrogante planteada orienta el presente estudio hacia un análisis riguroso y sistemático de la producción científica reciente, con el propósito de identificar vacíos y oportunidades de integración entre ambas dimensiones conceptuales.
En atención a ello, se persigue analizar sistemáticamente la literatura científica reciente que vincula la personalidad emprendedora con la adaptabilidad tecnológica en contextos mediados por inteligencia artificial, al objeto de identificar enfoques teóricos, hallazgos empíricos y orientaciones formativas que contribuyan al desarrollo de emprendimientos sostenibles e innovadores (Isea et al., 2023; Nakara et al., 2025).
MÉTODO
El presente estudio adoptó un enfoque cualitativo de tipo documental, basado en una revisión temática literaria que tuvo como finalidad analizar y sintetizar la producción científica reciente sobre la relación entre la personalidad emprendedora y la adaptabilidad tecnológica en contextos mediados por inteligencia artificial. Esta metodología permitió identificar aspectos teóricos, datos empíricos, tensiones conceptuales y vacíos de investigación que orientaran futuras agendas académicas e intervenciones formativas.
Para la recopilación de literatura científica, se realizó una búsqueda estructurada en bases de datos académicas de alto impacto indexadas en Scopus, Web of Science (WoS), Scielo y SpringerLink, complementada por fuentes relevantes de Emerald Insight, MDPI, Elsevier, y Taylor & Francis, entre otras. Se emplearon operadores booleanos y combinaciones de palabras clave extraídas del Tesauro de la UNESCO y validadas mediante análisis exploratorio, tales como: entrepreneurial personality, technological adaptability, artificial intelligence, entrepreneurial intention, AI and entrepreneurship, digital skills, cognitive traits, y higher-order thinking skills (HOTS).
Los criterios de inclusión fueron los siguientes: (a) artículos publicados entre 2021 y 2025; (b) investigaciones con acceso abierto; (c) estudios que abordaran explícitamente al menos dos de los tres ejes centrales del estudio (personalidad emprendedora, adaptabilidad tecnológica, inteligencia artificial); y (d) artículos revisados por pares y publicados en revistas científicas indexadas. Por otro lado, se excluyeron: (a) estudios puramente técnicos sin componente formativo o actitudinal; (b) trabajos duplicados; (c) ensayos sin metodología definida; y (d) resúmenes de congresos o comunicaciones breves sin validación por revisión de pares.
La selección final se realizó en tres fases: (1) lectura de títulos y resúmenes para una primera depuración; (2) análisis completo del texto para verificar la pertinencia temática y la acción metodológica; y (3) codificación y categorización de los hallazgos, los cuales fueron explicados de forma descriptiva. Los artículos seleccionados fueron organizados según su contribución teórica, empírica o metodológica, y se analizaron con base en ejes temáticos previamente definidos: (a) modelos de personalidad emprendedora en entornos digitales, (b) factores de adaptabilidad tecnológica vinculados a rasgos personales, (c) uso de inteligencia artificial en formación emprendedora, y (d) estrategias educativas y organizacionales emergentes.
Esta metodología permitió establecer un panorama crítico y actualizado del estado del conocimiento sobre la interacción entre las disposiciones personales del emprendedor y los desafíos de la transformación digital impulsada por la inteligencia artificial, ofreciendo así un marco robusto para futuras investigaciones y acciones institucionales en el campo del emprendimiento digital (Aguayo & Lozano, 2025; Ababneh & Ababneh, 2025).
RESULTADOS
El análisis de la literatura permitió identificar tres núcleos temáticos interrelacionados: (1) los rasgos de la personalidad emprendedora en contextos digitales, (2) la adaptabilidad tecnológica como constructo clave en la transformación empresarial, y (3) el papel mediador de la inteligencia artificial (IA) en esta intersección (Rodríguez et al., 2023), así se expone en la figura 1.
Figura 1. Núcleos temáticos emergentes.
Elaboración: Los autores.
En correspondencia con lo mostrado en la figura 1, vale destacar que los estudios revisados coinciden en señalar que la personalidad emprendedora no puede ser entendida como un conjunto aislado de disposiciones individuales, sino como una configuración dinámica de competencias cognitivas, emocionales y adaptativas, especialmente relevante en escenarios de alta disrupción tecnológica (Lafuente et al., 2025; Lesinskis et al., 2023). Rasgos como la perseverancia, la orientación al logro, la tolerancia al riesgo y la creatividad emergen como predictores claves en la disposición de los emprendedores para interactuar de manera efectiva con tecnologías emergentes, incluidas aquellas basadas en la IA (Solórzano et al., 2024).
La adaptabilidad tecnológica, por su parte, ha sido abordada en diversos estudios como una habilidad transversal que articula el aprendizaje continuo, la apropiación crítica de las tecnologías y la reconfiguración de modelos mentales frente al cambio. En particular, investigaciones en el ámbito educativo y organizacional evidencian que esta competencia no se desarrolla espontáneamente, por cuanto requiere de entornos formativos intencionales que favorezcan el desarrollo de habilidades cognitivas de orden superior (Vebibina et al., 2025; Li et al., 2024). En este sentido, las experiencias de implementación de plataformas digitales como KABADA y otras herramientas interactivas orientadas al fomento del emprendimiento, muestran resultados positivos en la formación de estudiantes de la Generación Z, al incentivar su capacidad para adaptarse a entornos tecnológicos cambiantes (Lesinskis et al., 2023).
Respecto al papel de la inteligencia artificial, se constata un creciente interés en su integración tanto en el ámbito formativo como en el ecosistema emprendedor. Estudios recientes destacan que la IA no solo actúa como herramienta de eficiencia operativa, sino también como mediadora en el desarrollo de la autoconfianza, la toma de decisiones basada en datos y la configuración de modelos de negocio innovadores (Alateeg & Al-Ayed, 2024; Alhammadi, 2025; Nakara et al., 2025). La evidencia sugiere que aquellos emprendedores con mayor apertura al cambio y disposición hacia el aprendizaje digital presentan niveles más altos de intención emprendedora en contextos mediados por la IA, como se observó en investigaciones con estudiantes de comercio exterior y sectores manufactureros (Solórzano et al., 2024; Al-Ramahi et al., 2024).
Asimismo, la literatura resalta que el vínculo entre personalidad y adaptabilidad tecnológica puede variar según el contexto cultural, económico y educativo. Por ejemplo, en el caso de las microempresas lideradas por poblaciones tribales, la IA ha contribuido a promover el desarrollo económico sostenible, siempre que existan condiciones mínimas de alfabetización digital y acompañamiento formativo (Sahoo & Teena, 2024). Del mismo modo, en países en vías de desarrollo como Jordania, la adopción de IA en el sector minorista ha mostrado impactos positivos solo cuando está mediada por una fuerte orientación emprendedora (Al-Ramahi et al., 2024), lo que refuerza la necesidad de enfoques integrales que articulen tecnología, formación y desarrollo personal.
DISCUSIÓN
Finalmente, los resultados permiten afirmar que no existe una relación lineal o automática entre el uso de IA y el éxito emprendedor. Por el contrario, los emprendimientos que integran con mayor eficacia estas herramientas son aquellos que logran un equilibrio entre lo técnico y lo humano, fortaleciendo dimensiones como la resiliencia, la mentalidad de crecimiento y la capacidad de aprendizaje autorregulado (Li et al., 2024; Nweke et al., 2025). Esto plantea un desafío para los sistemas educativos y los programas de aceleración de startups, los cuales deben diseñar experiencias que no solo enseñen a usar la IA, sino que desarrollen en los emprendedores una personalidad abierta al cambio, reflexiva y proactiva frente a la transformación digital.
Vale también resaltar que la personalidad emprendedora, caracterizada por iniciativa, resiliencia y tolerancia al riesgo, actúa como un facilitador en la adaptabilidad tecnológica, lo que incrementa la disposición de los individuos para incorporar herramientas de IA en sus procesos productivos. Varios estudios destacan que el aprendizaje autodirigido y la curiosidad cognitiva son rasgos críticos que permiten a los emprendedores aprovechar la IA para optimizar la toma de decisiones y la eficiencia operativa.
Por otro lado, se identificó que la adaptabilidad tecnológica no solo depende de competencias digitales, sino también de actitudes proactivas y apertura al cambio, factores vinculados estrechamente con la personalidad. Sin embargo, la implementación de IA presenta barreras asociadas a la resistencia psicológica, la falta de capacitación continua y la percepción de complejidad tecnológica.
La evidencia sugiere que la sinergia entre rasgos emprendedores y adaptabilidad tecnológica es clave para que la IA no solo se adopte, sino que genere ventajas competitivas sostenibles.
La revisión permitió identificar que la relación entre personalidad emprendedora, adaptabilidad tecnológica e inteligencia artificial presenta un carácter dinámico y contextual, variando según el sector productivo, el nivel de madurez tecnológica de la organización y el capital humano disponible (Rodríguez et al., 2023). Algunos estudios señalan que, en entornos de alta incertidumbre, la IA actúa como catalizador de oportunidades, pero su impacto positivo se ve condicionado por la capacidad de los líderes y equipos para gestionar la transición tecnológica (Rodríguez et al., 2023).
Asimismo, se detectó que la interacción hombre–máquina no es únicamente una cuestión técnica, sino que involucra aspectos como la confianza en los algoritmos, la ética en la toma de decisiones automatizadas y la percepción de control que tienen los usuarios (Isea et al., 2024). La personalidad emprendedora favorece una visión más estratégica de la IA, transformando los posibles riesgos en espacios para la innovación, mientras que una baja adaptabilidad tecnológica tiende a generar un uso parcial o superficial de las herramientas (Isea et al., 2023; Nakara et al., 2025).
Finalmente, los hallazgos sugieren que el impacto de la IA en los procesos productivos es mayor cuando las organizaciones adoptan un enfoque de integración progresiva, donde la capacitación, la experimentación controlada y la retroalimentación continua permiten al personal asimilar los cambios sin generar fricciones significativas. Esto implica que el éxito de la IA no depende exclusivamente del acceso a la tecnología avanzada, sino de la capacidad colectiva para alinearla con los valores, objetivos y dinámicas de la empresa.
CONCLUSIONES
El análisis sistemático de la literatura científica reciente permite concluir que la relación entre personalidad emprendedora y adaptabilidad tecnológica constituye un eje estratégico para comprender los desafíos y oportunidades que impone la transformación digital impulsada por la inteligencia artificial (Rodríguez et al., 2023). Esta relación no es unidimensional ni uniforme; por el contrario, se configura a partir de una interacción compleja entre factores individuales, como la resiliencia, la iniciativa, la creatividad o la tolerancia al riesgo, y factores contextuales, como el acceso a formación especializada, la infraestructura digital disponible y el grado de apertura institucional a la innovación (Isea et al., 2023; Nakara et al., 2025).
Los enfoques teóricos analizados convergen en destacar que la personalidad emprendedora no debe considerarse un atributo estático, sino una construcción dinámica que puede ser fortalecida mediante experiencias formativas adecuadamente mediadas por tecnologías emergentes, entre ellas, la inteligencia artificial. En este sentido, herramientas como ChatGPT y otras plataformas cognitivas tienen el potencial de actuar como catalizadores del pensamiento crítico, del autoaprendizaje y de la resolución creativa de problemas, siempre que se acompañen de procesos de orientación pedagógica y ética (Isea et al., 2024; Rodríguez et al., 2023).
Desde la evidencia empírica, se constata que los emprendimientos con mayor sostenibilidad e innovación son aquellos que logran integrar estratégicamente los rasgos personales del emprendedor con capacidades tecnológicas adaptativas (Isea et al., 2023; Nakara et al., 2025). La incorporación efectiva de la IA en estos procesos depende en gran medida de la disposición del emprendedor a enfrentarse al cambio, a aprender de los errores, y a tomar decisiones informadas en entornos volátiles, lo que refuerza la necesidad de desarrollar marcos formativos que incluyan dimensiones socioemocionales, cognitivas y digitales.
La personalidad emprendedora es un factor determinante para la adopción y aprovechamiento de tecnologías basadas en la IA. La adaptabilidad tecnológica funciona como un puente entre las capacidades personales y el uso efectivo de innovaciones (Nakara et al., 2025). La integración de la IA requiere no solo infraestructura tecnológica, sino también una cultura de aprendizaje permanente y mentalidad abierta al cambio.
Las investigaciones revisadas coinciden en afirmar que la combinación de visión emprendedora y competencias digitales potencia el impacto de la IA en la productividad y competitividad.
Por lo antes expuesto, se sugiere desarrollar programas de formación que combinen habilidades técnicas y rasgos emprendedores para optimizar el uso de la IA; incluir la evaluación de adaptabilidad tecnológica en procesos de selección y capacitación empresarial; fomentar estrategias de alfabetización digital continua que reduzcan la resistencia al cambio; promover investigaciones empíricas que midan el impacto directo de la personalidad emprendedora en la adopción de IA en diferentes sectores productivos y diseñar políticas de innovación que consideren el componente humano como factor central en la transformación digital (Isea et al., 2023; Nakara et al., 2025).
Finalmente, esta revisión ratifica la urgencia de repensar los modelos educativos y las políticas de fomento al emprendimiento desde un enfoque integrador, que no únicamente se limite a la transferencia técnica de competencias, sino que potencie la formación de una personalidad emprendedora con alta adaptabilidad tecnológica. De esta forma, será posible promover ecosistemas de emprendimiento resilientes, éticos e innovadores, capaces de responder a los desafíos de la era digital mediante el uso estratégico de la inteligencia artificial como aliada del desarrollo humano y organizacional (Isea et al., 2023; Isea et al., 2024; Rodríguez et al., 2023; Nakara et al., 2025).
FINANCIAMIENTO
No monetario.
AGRADECIMIENTOS
Gracias a quienes significativamente cooperaron con la elaboración del presente estudio, por cuanto sus aportes fueron valiosos.
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